Después de unas cuantas horas en coche, se agradece pasear aunque sea bajo la lluvia y disfrutar de este paisaje. El río Cares y el Casaño a su paso por Arenas de Cabrales
Y esa noche mientras " caía " una fabada y una botellína de sidra, esta amable camarera nos deseaba suerte para la ruta.
A pesar de estar el día gris y con niebla las vistas son impresionantes y lo son durante todo el camino, no creo que ninguna cámara pueda reflejar lo que estás viendo y viviendo.
Cuando haces una parada y miras hacia atrás te encuentras estas impresionantes vistas de la garganta y el río Cares al fondo.
Al llegar a los Collados termina la subida y ves como el camino desciende por las paredes de estas impresionantes moles de roca calcárea.
Uf!!!! que vistas y que mal lo paso yo con estas alturas.........
El caminito mojado, resbaladizo sin una barandilla donde cojerte.......... y lo peor de todo no es esto...
lo peor es que teníamos que volver a pasar por el mismo sitio a la vuelta.
Me habían dicho que encontraría cabras y efectivamente... encontré cabras.
El agua del canal o la que se filtra entre las fisuras del macizo te acompaña durante todo el recorrido.
Desde este ventanal de uno de los túneles que vas atravesando se puede ver como el agua que emana de la montaña se cruza con el canal.
Otra vista del camino y como ha sido perforada la montana. En la parte de abajo de esta fotografía vemos nuevamente el canal como entra en la montaña
El canal junto al camino. El cauce va al máximo nivel.
El camino en la parte final baja hacia la central de captación de agua en Caín, y con barandilla, como tiene que ser......!!!!!!!
Bueno ya estamos en el embalse del río Cares en Caín. Ha caído tanta agua estos días que el agua salta por encima de las compuertas
Caín es un pequeño pueblo leonés de 80 habitantes, rodeado de montañas, pero eso si.....con su iglesia.
Nos despedimos de Caín con una buena comida y como no...."otra fabada" hay que cojer fuerzas para los once kilómetros que nos quedan para volver.